Podríamos definir los siete rayos como las siete
corrientes de energía que penetran nuestro sistema solar, estas siete manifestaciones diferentes de energía parten de la Fuente (lo que conocemos como Dios) y se expresa a través de dichos rayos
o llamas.
Los rayos son entidades vivas, responden, actúan y contienen todas las virtudes de la Fuente-Dios, integran todos sus
aspectos.
Los siete rayos son herramientas muy potentes puestas a nuestro alcance para poder evolucionar, a través de ellos
despertamos y desarrollamos nuestro poder interior, pero hay que tener cuidado con lo que hacemos… a más poder se nos exige más responsabilidad.
SER BUENO NO SIGNIFICA SER TONTO
No debemos abusar de nadie ni engañar, pero tampoco podemos permitir que otros nos engañen o abusen de nosotros, de nuestra
buena voluntad. Ser bueno no significa ser tonto.
Dios no quiere tener hijos tontos, pero sí buenos y equitativos.
Si nos dejamos engañar conscientemente o permitimos que alguien abuse de nosotros, nos convertimos en cómplices, estamos
ayudando a ese otro a delinquir.
LA NATURALEZA DE LA ENERGIA
De acuerdo a la visión esotérica del mundo, no hay en el Mundo del Devenir sino energía. Aunque las teorizaciones de
Einstein se confinaron a lo que los esoteristas llaman el plano fisicoetérico, su fórmula ha demostrado que la materia física es energía (y que, lo que los físicos usualmente consideran como
energía, puede ser condensado o congelado en materia física). Desde el punto de vista esotérico, podríamos definir la energía de la siguiente manera:
Energía es la manifestación móvil del ser; o, la energía es el ser en actividad. Dentro de
los mundos manifestados (lo que incluye dimensiones que por lo general consideramos como completamente abstractas y subjetivas) todo está en movimiento, todo es energía. Aunque toda energía
no es sino una energía (y todo movimiento, un movimiento) existen (a efectos prácticos) tipos de energía que pueden diferenciarse unos de otros por sus tasas de movimiento o vibración, p. e., por
sus frecuencias. Por esto, a pesar de la subyacente identidad esencial de todas las energías, parecen existir clases ilimitadas o diferenciaciones de energía en los mundos manifestados. Son estas
diferenciaciones de energía las que dan cuenta de las distintas identidades o entidades individuales. Desde un punto de vista aún más abstruso, existen tantas clases de energía como entidades
hay. De hecho, podría decirse (desde una perspectiva filosófica) que la energía es entidad.
Admitiendo que estos pensamientos son abstractos y
metafísicos, pero resultan útiles en el intento de comprender un poco la naturaleza y el origen de las energías que el psicólogo esotérico debe reconocer, comprender y manejar.
Afortunadamente, el psicólogo esotérico por lo general no ha de preocuparse por tales consideraciones cosmológicas.